¡Amigo! ¿Estudiando Ingeniería? Te propongo a
continuación formas productivas para ayudarte a ti mismo a terminar tu carrera.
No obstante, permíteme primero sugerir que el
verdadero problema no es ese profesor que está tratando de amargarte la vida.
El problema es que durante años has estado estudiando bajo el siguiente
principio: “Mis profesores tiene la
verdad, la sabiduría y todos los trucos del asunto. Su trabajo es administrarme
todo ese conocimiento en las clases, y mi trabajo es absorberlo, y repetirlo en
los ejercicios y exámenes. Si puedo hacerlo entonces he aprendido lo que
necesito…y esta es la única manera en la que puedo aprenderlo”.
¡Incorrecto¡ Esta estrategia puede haber funcionado
en tus estudios de secundaria, pero
empieza a fallar en la Universidad, y falla estrepitosamente cuando empiezas a
trabajar en un departamento de ingeniería o en un laboratorio de investigación.
En el trabajo no hay profesores, clases, ejercicios para casa, ni exámenes. Simplemente
hay problemas, habitualmente no muy bien definidos, y soluciones que son
aceptables o no. Para empeorar el asunto, no podrás obtener partes de la
calificación (o del salario) por soluciones que no funcionan, incluso aunque
hayas usado las fórmulas correctas. Si diseñas 10 satélites de comunicaciones y
uno explota en el aire, no te pondrán un 9 ni te felicitarán.
Y a pesar de ello, cada día miles de ingenieros, no
más brillantes que tu, que en su momento se las tuvieron que apañar con sus
propios profesores confusos y sus libros incompletos, y que no entendían la
transformada de Fourier mucho mejor que tu, están ahí afuera haciendo un buen
trabajo, descubriendo que es lo que tienen que aprender por su cuenta, y
resolviendo sus problemas.
¿Cómo lo consiguen? Porque saben algunas cosas que
tu todavía no has descubierto. Aprendieron pronto, al acabar la carrera, que no
podían contar con nadie que les explicase lo que debían saber para resolver sus
problemas. Aprendieron a buscar por sí mismos lo que necesitaban, y
descubrieron que hay un montón de fuentes de ayuda disponibles, si sabes donde
buscar.
Estos ingenieros aprendieron todo eso por propia
necesidad de supervivencia, en muchos casos, después de acabar la carrera. Lo
que quiero hacer aquí es darte algunos consejos iniciales, que te ayuden en el
resto de la carrera, y también en tus primeros pasos en tu actividad
profesional. Dale una oportunidad a las ideas que encontrarás aquí. No tienes
nada que perder, y puedes ganar mucho si funcionan (estoy bastante seguro que
algunas de ellas te funcionarán).
Descubre qué es lo que necesitas para clarificar el material del curso
Los estudiantes tenéis diferentes estilos de
aprendizaje (formas de percibir y procesar la información), y podéis tener
problemas en aquellas asignaturas en las que el estilo de enseñanza del
profesor no encaja con vuestro estilo de aprendizaje.
Típicamente, los estudiante de ingeniería se quejan
de los siguientes tipos de problemas (trata de reconocer el tipo de quejas con
la que te sientes identificado):
·
Necesito ejemplos reales y prácticos de aplicación para poder entender
algo, pero lo único que nos dan es teoría que no se relaciona con nada de lo
que yo conozco.
·
Necesito trabajar con ejemplos detallados para poder entender las
teorías y fórmulas matemáticas, pero únicamente nos dan ejemplos triviales, y a
veces ni eso.
·
Necesito comprender cómo funcionan las cosas y por qué, pero todo lo
que nos dan son hechos y fórmulas que debemos memorizar.
·
Yo entiendo todo aquello que veo (dibujos, ejemplos, imágenes,
demostraciones) mucho mejor que lo que oigo o leo, pero todo lo que nos dan son
palabras y formulas.
Identificar tus problemas en cada asignatura es un
primer paso para resolverlos. En cuanto hayas descubierto qué es lo que te
falta, podrás dar los pasos que necesitas para cubrir las deficiencias.
Pídele a tus profesores que te ayuden, dentro y fuera de clase
Al contrario de lo que se suele creer,
muchos profesores tienen un interés auténtico en ayudar a sus estudiantes a
aprender. De hecho, muchos profesores se quejan de que sus estudiantes nunca
les hacen ninguna pregunta (excepto la inevitable: “¿Entrará eso en el
examen?”).
Si hay algo que no has entendido, trata de hacer una
pregunta que pueda clarificarlo. Repasa la lista anterior de quejas, porque
puede ayudarte a identificar la pregunta que necesitas hacer. “¿Puedes darme un ejemplo?”, “¿Puedes hacer
un esquema del aspecto que tiene ese (dispositivo, solución, gráfico)?”, “¿De
dónde sale esa fórmula?”, “¿Cuándo puede uno usar esa fórmula?”, “¿Puedes decir
algo sobre cómo esa (teoría, procedimiento, ecuación) se usa en la práctica?”.
Incluso aunque tengas miedo de que tu pregunta sea estúpida, hazla de todas
formas. Te garantizo que otros compañeros de clase están también confusos y te
estarán agradecidos por tu valor al hacer la pregunta.
Muchos profesores agradecerán las preguntas, y las
responderán con auténtico interés. Quizá otros no. Tendrás que averiguar tu
mismo cuál es la situación en cada una de tus asignaturas. Si tienes alguno de
esos profesores (una minoría) que se muestran hostiles cuando se les pregunta
en clase, no insistas, e intenta otros medios alternativos. Incluso con los
profesores más receptivos, no hagas demasiadas preguntas en clase. Muchos
profesores se ponen nerviosos cuando se desvían en exceso de su plan de clase. Búscalos también en su horario
de consulta. Si hay algo que te confunde no sólo a ti sino también a varios de
tus compañeros, intentad hacer una visita en grupo al profesor. Lo apreciará
mucho (porque se ahorrará el tener que repetir varias veces la misma
explicación).
Y atención a una cuestión muy importante. Incluso
aquellos profesores con más interés por ayudarte, y por responder a tus
preguntas, se enojarán si piensan que estás tratando de conseguir que ellos te
hagan el trabajo de casa por ti. Adopta la regla siguiente: no pedir nunca
ayuda al profesor hasta que no hayas hecho un esfuerzo serio para resolver el
problema por ti mismo. Cuando vayas a preguntarle, debes estar preparado para
explicarle en detalle qué es lo que has intentado por tu parte, y hasta dónde
has llegado. Lleva contigo tus notas, cálculos, esquemas, incluidos los que no
han funcionado. Cuánto más claros tengas los pasos que has dado tu, más
probable es que consigas la ayuda que necesitas para dar los pasos siguientes.
Tómate en serio la bibliografía del curso
Algunos textos que cubren material teórico tratan de
explicar su importancia, y proporcionan ejemplos reales de aplicación de esas
teorías. Los estudiantes ignoráis con frecuencia esas partes del texto, y
repasáis los ejemplos únicamente para encontrar alguna pista que os ayude con
los problemas que ha puesto el profesor para casa. Puede ser que esas partes
que os saltáis contengan detalles que os ayuden a clarificar las teorías y sus
aplicaciones. También puede ayudarse el hojear las siguientes páginas del
libro, para ver de que forma se aplicará algo que en ese momento te está
pareciendo confuso.
Busca fuentes de información alternativas
Si necesitas ejemplos reales de aplicación para
poder clarificar conceptos abstractos, y tanto tu profesor como el libro están
más orientados a la teoría, entonces probablemente vas a tener dificultades. Si
las clases y el libro son esencialmente colecciones de hechos y fórmulas, y tu
necesitas dar sentido al material y relacionarlo con conocimientos previos,
entonces tendrás igualmente dificultades. En cualquiera de esos casos, intenta
localizar otras fuentes de información (libros, enciclopedias, internet) y
analiza las explicaciones que presentan sobre los aspectos que te confunden.
Incluso aunque no encuentres la información en el formato que más te ayuda,
comparar explicaciones procedentes de diferentes fuentes habitualmente
clarifica las ideas.
Trabaja con los compañeros
Cuando trabajas solo y te quedas atascado puedes
tener la tentación de abandonar. Sin embargo, cuando trabajas en grupo, casi
siempre alguien del grupo encuentra alguna forma de superar el obstáculo y
seguir adelante. El trabajo en grupo también te expone a formas alternativas de
abordar los problemas, y algunas de ellas pueden ser más efectivas que la que
tu habías pensado. Además, cuando trabajan en grupo habitualmente los
estudiantes se explican las cosas entre sí, y muchos profesores te confirmarán
que explicar algo a otros es la forma más efectiva de aprender.
Una gran cantidad de estudios de investigación
avalan la idea de que estudiar en grupo es muy eficaz. Los estudiantes que de
forma regular estudian en grupo y, si está permitido, hacen los trabajos de
curso en grupo, obtienen resultados académicos superiores, retienen lo
aprendido durante más tiempo, disfrutan más del curso, y consiguen una mayor
autoconfianza que aquellos que trabajan de forma individual, o en un entorno
competitivo. La industria y la empresa conoce también el valor del trabajo en
grupo: prácticamente todos los proyectos de ingeniería se llevan a cabo en
equipo.
Sin embargo, simplemente sentarse juntos para
trabajar los problemas no es suficiente para obtener el máximo beneficio del
estudio en grupo. A continuación tienes algunas para que el estudio en grupo
sea más efectivo.
·
Trabaja en grupos de tres o cuatro. Cuando
trabajas en pareja no tienes suficiente variedad de alternativas y de ideas, y
no hay un buen mecanismo para tomar decisiones en caso de discrepancias. Por
otra parte, cuando trabajas en grupos de cinco o más, algunos miembros del
grupo tienden a desconectarse, a pasar inadvertidos, o simplemente no son
tenidos demasiado en cuenta por el resto del grupo.
·
Realiza primero de forma individual el planteamiento de la solución. Con frecuencia, la parte más difícil de la tarea es determinar cómo
dar los primeros pasos. Si todos los problemas se trabajan en grupo desde el
inicio, es probable que alguno de los estudiantes con más iniciativa tome las
riendas y todos los demás vayan a remolque suyo. Si tu no eres ese estudiante,
puedes llegar a pensar que tu también sabrás plantear y desarrollar problemas
similares en el futuro (por ejemplo, en el examen), pero probablemente eso no
es cierto. Una forma nás efectiva de actuar es trabajar primero de forma
individual el ejercicio, para plantear la solución, quizá sin hacer todos los
pasos al detalle. Después en grupo, comparad los planteamientos de cada uno de
los miembros, y trabajad juntos en los detalles del planteamiento elegido.
·
Aseguraos de que todos los miembros del grupo han comprendido la
solución. Algunos miembros del grupo pueden ir a
remolque de los otros, sin haber comprendido realmente la solución. Para que el
trabajo en grupo sea realmente efectivo, cada miembro del grupo debe ser capaz
de explicar en detalle cada uno de los resultados del trabajo del grupo. Una
buena forma de asegurarse de que se han conseguido los objetivos antes de
acabar la sesión de trabajo es hacer que algunos miembros del grupo
(especialmente los más débiles) expliquen al resto las soluciones producidas
por el grupo.
Cuando todo lo anterior falla, consulta a expertos
Es posible que encuentres algún problema que ni tu
ni tus compañeros de grupo sabéis cómo abordar, incluso después de mirar el
libro y consultar otras fuentes de información. Cuando los ingenieros
profesionales se encuentran en esa situación (cosa que pasa con frecuencia)
entonces consultan a expertos. Tu también tienes expertos a los que puedes dirigirte.
Es importante que identifiques quiénes son y cómo usarlos de forma eficaz. El
profesor de tu asignatura es el primer candidato, pero esa opción no siempre
funciona. Otros posibles expertos son los otros profesores del departamento (en
especial, aquellos que imparten la misma asignatura), los estudiantes ya
titulados (o que han superado la asignatura en el pasado) o incluso los
compañeros de clase más brillantes.
Si tienes la suerte de encontrar personas dispuestas
a ayudarte, no abuses de su confianza acudiendo a ellos siempre que tengas una
dificultad. Ellos también tienen sus tareas, y si tienen que dedicarte mucho
tiempo se generará rápidamente un conflicto. Acude a ellos de forma ocasional,
y sólo después de haber intentado todo lo que se ha recomendado en los
apartados anteriores. Si necesitas ayuda en un curso de forma regular, entonces
considera la posibilidad de contratar clases particulares. Y no dejes el tema
para los últimos días antes de los exámenes finales.
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